Bremerhaven y el museo de los inmigrantes
Esta ciudad ubicada sobre la costa del Mar del Norte, un poco más arriba de Bremen, durante mucho tiempo se dedico a la pesca. Pero fue también un punto de salida muy importante para los inmigrantes alemanes y de Europa del Este.
En el puerto antiguo de la ciudad esta el Deutsche Auswandererhaus (Casa de los Inmigrantes Alemanes). En el 2007 fue declarado mejor Museo Europeo del Año y realmente es un lujo cómo está armado y la cantidad de información que tiene cada sala.
El recorrido comienza en una sala ambientada alrededor de 1860 donde los inmigrantes esperaban al barco que los iba a llevar a EE.UU., Sudamérica o Australia. Después uno pasa a un muelle con figuras de cera que se despiden de sus seres queridos. En muchos rincones hay unos lectores que al acercar la tarjeta de entrada se activa una grabación con anécdotas, canciones, datos o otra información sobre la inmigración alemana. Además existen muchos objetos escondidos en cajones, escotillas de barcos, cajas y armarios. Es museo para ver, tocar y aprender.
La siguiente sala está llena de pequeños cajones con un hoja con los datos de un inmigrante. La mayoría emigraron a los EE.UU. Pero después de la segunda guerra mundial, alrededor del 20% de los inmigrantes se fueron a Brasil y a nuestro país. También hay objetos que ilustran los distintos motivos que los llevaron a emigrar. En la mayoría de los casos, el desempleo, la pobreza y la persecución política.
A continuación se sube al barco y allí hay varias salas que muestran las condiciones en las cuales se vivía. Al ver por las escotillas se puede espiar la vida en primera clase pero las salas ilustran siempre las condiciones del viaje en tercera clase. Hay un baño donde al abrir la canilla, una pantalla en el fondo del balde, nos explica los horarios para asearse.
Las ultimas salas representan la llegada a New York o a una ciudad estadounidense y el paso por el control de migraciones, donde podemos responder las preguntas del oficial y ver si nos dejan entrar o nos deportan.
A continuación se llega a una sala que narra la historia del inmigrante que nos toco en nuestra entrada al museo. El argentino que a mi me toco, emigro después de la primera guerra mundial y se instalo en un pueblo de la provincia de La Pampa. Allí se puede ver la cantidad de pueblos en Argentina y en EE.UU. con nombres de ciudades europeas. También hay un pequeño cine y una sala donde uno puede buscar información sobre sus antepasados alemanes.
Hay muchos gráficos sobre la inmigración actual en Alemania. Los extranjeros representan el 9% de la población y la mayoría provienen de Turquía (casi 26%), Italia, Polonia y Grecia.
En cuanto estén las fotos que saco Federico, las voy a subir al blog.
Con Federico y las dos chicas de Zimbabwe, Jenny y Patience recorrimos un poco la ciudad pero estaba lloviendo así que hicimos una vuelta bastante corta. En muchos lugares había hielo, por lo que tuvimos que caminar con bastante cuidado. El puerto me pareció interesante por la cantidad de barcos viejos que había pero Puerto Madero es sin dudas es más lindo.
Nota: En muchas de las fotos aparece Patience porque se le rompió su cámara, así que le preste la mía.
En el puerto antiguo de la ciudad esta el Deutsche Auswandererhaus (Casa de los Inmigrantes Alemanes). En el 2007 fue declarado mejor Museo Europeo del Año y realmente es un lujo cómo está armado y la cantidad de información que tiene cada sala.
El recorrido comienza en una sala ambientada alrededor de 1860 donde los inmigrantes esperaban al barco que los iba a llevar a EE.UU., Sudamérica o Australia. Después uno pasa a un muelle con figuras de cera que se despiden de sus seres queridos. En muchos rincones hay unos lectores que al acercar la tarjeta de entrada se activa una grabación con anécdotas, canciones, datos o otra información sobre la inmigración alemana. Además existen muchos objetos escondidos en cajones, escotillas de barcos, cajas y armarios. Es museo para ver, tocar y aprender.
La siguiente sala está llena de pequeños cajones con un hoja con los datos de un inmigrante. La mayoría emigraron a los EE.UU. Pero después de la segunda guerra mundial, alrededor del 20% de los inmigrantes se fueron a Brasil y a nuestro país. También hay objetos que ilustran los distintos motivos que los llevaron a emigrar. En la mayoría de los casos, el desempleo, la pobreza y la persecución política.
A continuación se sube al barco y allí hay varias salas que muestran las condiciones en las cuales se vivía. Al ver por las escotillas se puede espiar la vida en primera clase pero las salas ilustran siempre las condiciones del viaje en tercera clase. Hay un baño donde al abrir la canilla, una pantalla en el fondo del balde, nos explica los horarios para asearse.
Las ultimas salas representan la llegada a New York o a una ciudad estadounidense y el paso por el control de migraciones, donde podemos responder las preguntas del oficial y ver si nos dejan entrar o nos deportan.
A continuación se llega a una sala que narra la historia del inmigrante que nos toco en nuestra entrada al museo. El argentino que a mi me toco, emigro después de la primera guerra mundial y se instalo en un pueblo de la provincia de La Pampa. Allí se puede ver la cantidad de pueblos en Argentina y en EE.UU. con nombres de ciudades europeas. También hay un pequeño cine y una sala donde uno puede buscar información sobre sus antepasados alemanes.
Hay muchos gráficos sobre la inmigración actual en Alemania. Los extranjeros representan el 9% de la población y la mayoría provienen de Turquía (casi 26%), Italia, Polonia y Grecia.
En cuanto estén las fotos que saco Federico, las voy a subir al blog.
Con Federico y las dos chicas de Zimbabwe, Jenny y Patience recorrimos un poco la ciudad pero estaba lloviendo así que hicimos una vuelta bastante corta. En muchos lugares había hielo, por lo que tuvimos que caminar con bastante cuidado. El puerto me pareció interesante por la cantidad de barcos viejos que había pero Puerto Madero es sin dudas es más lindo.
Nota: En muchas de las fotos aparece Patience porque se le rompió su cámara, así que le preste la mía.
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