¿Dónde está la gente en Wels?
Me gustan las ciudades pequeñas. Allí la vida transcurre más lentamente, todo queda cerca y uno tiene más tiempo libre. Pero no me gustan las ciudades pequeñas y aburridas, donde no se ve gente en la calle.
Durante los siguientes tres meses trabajaré en Wels, una ciudad austriaca de 60.000 de habitantes. Allí hay 23 escuelas primarias y secundarias y una universidad. Por eso, esperaba encontrar una ciudad joven, con una gran oferta de actividades para emprender en mi tiempo libre y con un par de bares, de esos que están llenos todas las noches.
Mi desilusión fue muy grande cuando noté que solo se veía gente en la calle a las ocho de la mañana cuando los chicos van al colegio. Busque un bar para jugar al pool y solo encontré uno en Linz, a 25 Km. de distancia. A pesar que se están construyendo edificios de viviendas en el centro, la mayoría de los locales comerciales están vacíos y se ofrecen en alquiler.
En el siglo XIV había en la ciudad un mercado semanal de artículos regionales y dos mercados anuales de caballos y productos agropecuarios. Hoy hay un gran centro de convenciones, que al igual que los primeros mercados, son la única actividad económica importante en la zona. Los hoteles están llenos durante las conferencias y totalmente vacíos durante el resto del año.
Tampoco puedo decir que su pasado sea interesante: el Káiser Maximilian I paraba frecuentemente allí en su palacio, desde donde salia a cazar y donde murió en 1519. El casco histórico con sus tres calles peca de intrascendente, en menos de una hora, uno ha visto todo.
Ahora que trabajo en un pueblo pequeño y aburrido, me doy cuenta lo afortunado que soy de vivir en Munich, una ciudad entretenida y pujante pero el ruido, la contaminación y las distancias de las grandes metrópolis del mundo.
Durante los siguientes tres meses trabajaré en Wels, una ciudad austriaca de 60.000 de habitantes. Allí hay 23 escuelas primarias y secundarias y una universidad. Por eso, esperaba encontrar una ciudad joven, con una gran oferta de actividades para emprender en mi tiempo libre y con un par de bares, de esos que están llenos todas las noches.
Mi desilusión fue muy grande cuando noté que solo se veía gente en la calle a las ocho de la mañana cuando los chicos van al colegio. Busque un bar para jugar al pool y solo encontré uno en Linz, a 25 Km. de distancia. A pesar que se están construyendo edificios de viviendas en el centro, la mayoría de los locales comerciales están vacíos y se ofrecen en alquiler.
En el siglo XIV había en la ciudad un mercado semanal de artículos regionales y dos mercados anuales de caballos y productos agropecuarios. Hoy hay un gran centro de convenciones, que al igual que los primeros mercados, son la única actividad económica importante en la zona. Los hoteles están llenos durante las conferencias y totalmente vacíos durante el resto del año.
Tampoco puedo decir que su pasado sea interesante: el Káiser Maximilian I paraba frecuentemente allí en su palacio, desde donde salia a cazar y donde murió en 1519. El casco histórico con sus tres calles peca de intrascendente, en menos de una hora, uno ha visto todo.
Ahora que trabajo en un pueblo pequeño y aburrido, me doy cuenta lo afortunado que soy de vivir en Munich, una ciudad entretenida y pujante pero el ruido, la contaminación y las distancias de las grandes metrópolis del mundo.
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